Muerte

Muerte, no te enorgullezcas, aunque algunos te han llamado
Poderosa y temible, porque tú no lo eres,
pues aquellos que tú crees haber derribado
no mueren, pobre muerte, ni todavía puedes tú matarme;
del descanso y el sueño, que son tan solo tu figura,
mucho gozo, luego de ti mucho más debe fluir,
y más pronto nuestros mejores hombres contigo van,
descanso de sus huesos y liberación del alma.
Tú eres esclava del destino, la suerte, los reyes y los hombre desesperados,
y moras con el veneno, la guerra y la enfermedad,
y la amapola o los encantos pueden hacernos dormir también,
y mejor que tu golpe ;¿por qué te envaneces, entonces?
Después de un corto sueño, despertamos eternamente,
y la muerte ya no existirá más : Muerte tú has de morír.

John donne

Tendrán que matar el canto para que olviden tu voz

Nunca pensé que te irías tan rápido de esta tierra
Tan simple como viniste, supongo así debía ser
No diste tiempo para despedidas, llantos dramáticos ni abrazos por compromiso
Y si lo hubieras hecho ¿Habrías sido tú?
Contigo se fue el brillo de las perlitas madrugadoras,
Los fantasmas de sombra y luna, las chispitas que me quedaban
Y aunque te pierdas en el abismo de mucha gente
Recordaré siempre esas historias de amores, alegrías y fracasos
Que convirtieron tus letras en poesías
Y que con mucho placer me contaste un día.

Para Otilio Galindez.